Mucho amor y cariño
se tiene por un amigo,
es el mejor tesoro
que nunca he tenido.
Si acaso lo necesito
siempre está presto,
y dándome un besito
me mima con su gesto.
Si tengo algún dolor
me da conversación,
me trae agua y limón,
me sonríe con amor.
Ya sabemos de siempre
que ser un buen amigo
es un regalo con encanto
premiado con buen canto.
Los amigos de verdad
nunca nos abandonamos,
pululamos alrededor
por si somos reclamados.
Si dispones en este día
de varios buenos amigos,
seguro que Dios te guiará
y encontrarás alguno más.
Si se trata de un ángel,
hada, gnomo o sirena,
una magia poderosa
será tu amistad serena.
Desde la infancia mantengo
una muy querida amiga,
con ella me hice la foto
aprovecho y aquí la pongo.
Y así acaba la historia
de los amigos del alma,
que, de día y de noche,
son nuestra gran compaña.
María Teresa Rodríguez Cabrera
Generación Parnaso del Siglo XXI
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