Me fascinan tus sublimes páginas,
esas palabras sencillas y delicadas
capaces de transportarme lejos,
soñar que volando visito el cielo.

Contigo vivo exquisitos momentos
marcados con felicidad y emoción,
los dos solos en intimidad de amantes
mientras acaricio suave e inocente
tus primorosos y sugerentes contornos.

Yo vagaba por los andenes de la librería
en busca de una singular obra literaria
para coquetear juntos el fin de semana,
tú, llamaste la atención a mis sentidos
respondiendo a mi propuesta de rastreo,
al tocarte, una vibrante señal me cautivó,
sentí el influjo de tu poder de seducción.

María Teresa Rodríguez Cabrera