Dios baja de los cielos,
mira al humano,
le extiende su brazo,
sonriendo, con dulzura,
le susurra con voz dorada
estas palabras de amor:
“No te preocupes,
solo, sé compasivo,
siente la armonía,
respeta la libertad,
cuida al débil,
protégete de lo inseguro”.
“El camino en la Tierra
está lleno de obstáculos,
cada uno es un peldaño
hacia mi sagrada morada.
Recuerda hijo mío,
pasado cierto tiempo,
tú, te sentarás a mi mesa”.

María Teresa Rodríguez Cabrera
23 de noviembre Día Internacional de la Palabra