En la montaña,
movida su tela por el viento,
se vio a la araña
rodar y dar vueltas por el suelo,
en la maraña.
Quiere escaparse,
sus patas giran con rapidez.
Corro a salvarme
pensó la araña y saltó. ¡Pardiez!
¿Seré danzante?
Escurridiza,
tras salir huyendo, ella se para,
se mimetiza,
rejuvenece, no tiene canas.
¡Olé castiza!
Es una estrella,
lo sabemos, se acicala y espera
verse en la escena
con el maquillaje de una fiera.
¡Es la gran Elsa!
Sí, yo soy Elsa, un negro insecto araña:
mi pelo es largo,
voy vestida con seda de rayas,
sabor amargo
el del líquido que de mí mana.
Estoy casada.
He conseguido parir retoños.
Mi amiga el hada
les hace magia y bailan muy monos.
¡Me siento amada!
Aprenden pronto.
Andan, tejen, crean sus telares,
hilos con nodos
redondos enganchados a pares.
¡Serán pimpollos!
Es buena madre,
les enseña en la vida, lo saben.
Su deber clave:
que estudien, practiquen y hasta acaben
yendo a las clases.
Se hacen mayores.
Ahora, autónomas las criaturas
con dulces voces,
marchan a vivir sus aventuras.
¡Uf, qué emociones!
Elsa, vio partir a sus hijos, reanudó su vida
habitando los lugares mágicos y floridos.
María Teresa Rodríguez Cabrera
Poema escrito con la Estrofa Julia
Entrañable!!! Lindos, el poema y mamá Elsa.. Gracias María Teresa
Precioso! me han encantado Elsa y sus proezas! Gracias por regalarnos con tus poemas Maria Teresa!