Las estaciones pasan al vuelo,
como bandadas de diferentes pájaros.
El invierno y el verano
son opuestos en direcciones y climas.
La primavera y el otoño,
a veces, se van pareciendo,
sus extremos se quieren rozar,
sin embargo,
se alejan sin cordialidad.

Unas traen mucho sol y calor,
otras nubes y blanca nieve.
Es difícil decidirse por una
todas son únicas y cíclicas.

Cuando las vivimos conscientes
es arduo recordar su antagonismo,
pero pasado cierto tiempo
llegarán y nos darán de pleno.

Como todas existen y giran,
el humano se ha amoldado a ellas,
su habitabilidad está bien preparada
y sus ropajes se adaptan al momento.

Primavera, es la primera y florece.
Verano, el sol reina con fuerza.
Otoño, el viento desnuda los árboles.
Invierno, invita a permanecer en casa.

Todas son bienvenidas.
La primavera es muy coqueta y florida,
las demás fuertes y contundentes.
Prepárate a vivir la que ahora,
en tu entorno, tenga a bien existir.

María Teresa Rodríguez Cabrera