Con el paso del tiempo los humanos nos estamos convirtiendo en personas bastante cómodas y dejamos de hacer actividades que mantienen la inteligencia despierta.
Cada vez más las máquinas evitan que demos ciertos pasos que antes sí dábamos para obtener los resultados esperados, ahora son los objetos los que muestran demasiada facilidad en su uso, y eso se debe a que se ha incrementado el gasto de recursos para presentar una forma ventajosa de utilizarlos con menos esfuerzo por parte del consumidor o usuario.
Al hablar de la tecnología digital y de las redes sociales que manejamos en teléfonos, tabletas y ordenadores, vemos que estamos perdiendo el uso del idioma madre en cada uno de los países en donde se utilizan estos aparatos, es decir, en todo el planeta.
Sí, ahora voy directamente al punto al que quería llegar, pero antes es preciso comentar que la sociedad de consumo nos está convirtiendo en personas cada vez más permisivas e incluso ignorantes (aunque no lo parezca), y acabamos aceptando las condiciones de uso de webs y blogs sin saber exactamente a lo que nos comprometemos, solo porque ya no estamos acostumbrados a leer un escrito si tiene varios párrafos. Y sin más, decimos acepto, y luego vienen las consecuencias cuando nos quejamos de que algo que no esperamos nos sucede, y puede ser que estuviera incluido en ese paquete de letra pequeña de condiciones que ignoramos, y hemos aceptado sin conocer.
Yo prefiero contestar con palabras cuando leo artículos o veo vídeos y fotos en las redes, y expresarme con un “bien”, “qué bonito”, “¿por qué?”, “me encanta”, “felicidades”, “no me gusta” y tantas otras combinaciones de letras que significan mucho más que una pequeña imagen tipo -emoticono- que es totalmente impersonal y que lo usan a diario millones de personas.
No critico el emoticono, solo es que echo de menos las palabras. Ya sé que cuestan más de escribir porque hay que dar a las teclas demasiadas veces, pero se logra una conexión directa con la otra persona al otro lado de la información, porque uno se ocupa de responder y además hace que la mente se esfuerce en pensar la frase adecuada para decirle.
Muchas veces ponemos el emoticono “me gusta” e incluso “me encanta” cuando en verdad no hemos leído o explorado la información que esa persona ha publicado, y solo por ser ella, le ponemos ese emoticono.
Es el momento de recuperar las palabras, decir al otro lo que nosotros sentimos cuando nos comunicamos con él por los diferentes medios digitales, en lugar de ir por atajos y poner muñequitos que están de moda.
Si ves que no puedes escribir mucho, es suficiente que la otra persona sepa que estás ahí y eso se lo puedes decir incluso de viva voz, con “un mensaje de voz” lleno de palabras entrelazadas.
Quiero que se recuperen las palabras. Deseo que el diálogo entre las personas sea de tú a tú, dejar de responder a una información con un emoticono y ya está. Es bonito decir “hola querido amigo”, “me ha gustado” o “no me ha gustado lo que has dicho”, “lo siento”, en lugar de un dedo para arriba u otro para abajo.
Rescatemos las palabras olvidadas de agradecimiento, de amistad, de amor, de estar de acuerdo o discrepar, y sobre todo que estas sean para decirle al interlocutor que te importa, que has leído o escuchado lo que dice y estás o no de acuerdo.
Me gustan las palabras. ¿Crees que una palabra adecuada puede ayudar a una persona a cambiar de actitud? ¿Y un emoticono universal, supone el mismo efecto? ¿Qué prefieres utilizar en condiciones normales? ¿Has reflexionado alguna vez por qué utilizas tanto emoticono? ¿Crees que no sabes expresarte bien con las palabras?
También es importante recalcar que hay quienes utilizan las redes sociales escribiendo mensajes como forma de protesta e insulto hacia otros, y aquí las palabras pueden ser hirientes o fuera de tono. Es preciso moderar y evitar ese lenguaje porque hace daño.
Hace tiempo que deseaba realizar esta reflexión. Puedes seguir utilizando lo que quieras en tus conversaciones escritas, los emoticonos o las palabras, tan solo quiero mostrar que una palabra es importante por lo que entraña su significado, pues posee un gran valor para el que la recibe, y nos mantiene en comunicación directa con la persona querida o conocida.
Gracias. Buenos días. Buenas noches. Hasta mañana. Me ha gustado mucho. Nos vemos. Eres estupendo/a. Me gusta tu foto. Qué bonito viaje has hecho. Gracias por informarme. Me gusta querida/o amiga/o. Me alegro de que lo hayas compartido. Siento lo que estás viviendo…
Estas y muchas más son frases que a veces han quedado en el cajón de los recuerdos olvidados y que me gusta sacar de nuevo a flote. Observa y te darás cuenta de que no cuesta tanto buscar las palabras adecuadas a la hora de responder a un amigo sobre un tema en cuestión.
Porque, yo, prefiero las palabras…
María Teresa Rodríguez Cabrera
Ver poema: PALABRAS
¡Buenos días María Teresa!
También prefiero las palabras. Gracias por tu reflexión y a seguir todos reflexionando que, sabes, es un modo efectivo de relax, y que por desgracia no se emplea lo suficiente.