Dime qué te ocurre
al mirar por la ventana,
¡abres tanto los ojos…!
¿Es de asombro o de espanto?
Estoy en la montaña,
a mucha altura, elevada,
un águila se ha posado
en la copa de un árbol,
frente a mi ventana, y me mira,
me observa, creo que me habla.
La escucho y me dice:
sonríele a la vida, amiga,
es tan majestuosa como yo,
puedes echar a volar,
sentir que el viento te susurra,
el sol te calienta, y las nubes
al rozarte te acarician.
Así es la naturaleza,
sabia, responsable, organizada.
¿Te pareces tú a ella?

María Teresa Rodríguez Cabrera