Adelante, la vida sigue,
si miras con obsesión atrás,
te conviertes en estatua de sal,
petrificada, parada,
sin poder avanzar.
Por ello, continúa de frente,
atrévete a progresar,
pisa todos los escenarios,
sé Don Quijote o Sancho,
Isabel o Fernando,
Machado o Quevedo,
incluso Espronceda,
y por qué no, también
Romeo o Julieta.
Con sonrisas y alegrías
contémplate en el espejo,
hazte muecas y carantoñas,
más allá de estos personajes,
ya sabes, eres tan solo tú,
y estás contigo, siempre.

María Teresa Rodríguez Cabrera
28 – 3 – 2020