Nunca antes lo vi todo tan fascinante:
en el bosque los árboles avientan,
las aves, gozosas, revolotean,
los sentidos bailan de felicidad,
la nariz olfatea delicada
junto a las coloreadas flores.
Huele y aspira con sumo placer,
se eleva con el aroma floral,
roza sus suaves pétalos,
ellos, saludan en el amanecer diario,
cuando el sol desde el horizonte las abre,
viendo cómo se desperezan con alegría,
saben y reconocen, con mucho amor,
que su amiga, la adorada primavera,
acaba de llegar con sus maletas.

María Teresa Rodríguez Cabrera
Entra la primavera